Me parece terrible, no sólo lo que hace esta camarera de pisos si no que se dé por hecho que esto es lo que hacemos habitualmente quienes nos dedicamos a este humilde oficio.
Una camarera de planta debe de ser, ante todo, discreta para con sus huéspedes y esto no es más que la excepción que confirma la regla.
Tras un largo tiempo sin escribir, vuelvo a estos mundos de Blogger para haceros algunas preguntas a las camareras de pisos que me leéis.
1) ¿Trabajáis a jornada completa (36 horas o más) o a media jornada?
2) ¿Cuántas habitaciones estáis acostumbradas a hacer en vuestro hotel?
3) ¿Está en vuestro hotel externalizado el departamento de pisos?
4) Con la crisis, ¿habéis notado un incremento en la carga de trabajo (mayor número de habitaciones a limpiar)?
5) ¿Creéis que la externalización del servicio de pisos influye (negativamente) en la calidad de la limpieza?
Podéis opinar con total libertad y añadir todo lo que creáis necesario, conveniente y/o interesante.
martes, 10 de diciembre de 2013
¿Alguna vez os habíais preguntado cómo se planchan y doblan las sábanas y las toallas de los hoteles?
Algunos establecimientos hoteleros cuentan con lavandería propia pero la mayoría contratan para esta tarea a lavanderías externas que se encargan industrialmente del planchado y doblado de la lencería por medio de unas máquinas automáticas llamadas calandras.
jueves, 17 de octubre de 2013
Hoy escribo para pediros algo a vosotros, a los clientes de hotel.
Esta mañana una compañera me ha dicho que ayer, limpiando el cuarto de baño de un cliente, se cortó con su cuchilla de afeitar. Tuvo que comunicarlo inmediatamente a nuestra gobernanta y dar parte a la mutua, la cual le aconsejó que fuese lo antes posible a hacerse una analítica. Ahora, mi compañera tiene que ir a analizar su sangre cada 3 meses durante un año para vigilar que no se haya infectado con alguna enfermedad de transmisión sanguínea.
Por suerte, nunca me ha pasado nada similar pero sí muchas veces haciendo los baños de los clientes me he encontrado con la misma situación; la repisa del lavabo llena de objetos de aseo y las cuchillas de afeitar tentando al accidente. Por eso puedo imaginarme cómo se ha sentido y se sentirá mi compañera cada vez que vaya a sacarse sangre: "¿y si...?" Noto su angustia. Por eso, desde este blog que a penas acaba de echar a andar os pido, por favor, algo que no cuesta nada y que puede evitar situaciones de peligro; ponedle el capuchón a vuestra cuchilla de afeitar, sólo es un segundo y podréis estar salvando una vida.
El riesgo de infección puede que sea ínfimo pero las precauciones nunca sobran.
¿Habéis oído hablar de la contaminación cruzada? ¿Alguna vez os habéis preguntado por qué existen en el mercado bayetas de diferentes colores? Hoy voy a intentar explicaros un poquito en que consiste todo esto.
Como camareras de pisos, debemos seguir un protocolo a la hora de la limpieza y, lo que es más importante, a la hora de limpiar los baños. Al igual que es muy importante utilizar productos específicos para cada superficie, también lo es no mezclar los utensilios y/o trapos de limpieza.
Seguro que en nuestra casa no se nos ocurriría utilizar el estropajo con el que limpiamos la encimera de la cocina para limpiar la bañera o viceversa. Pues en los establecimientos hoteleros esto es más importante aun si cabe. NUNCA, nunca, nunca debemos limpiar el lavabo o la bañera con la bayeta o estropajo con el que limpiamos el retrete, de lo contrario estaríamos moviendo las bacterias y virus en lugar de eliminarlos. A esto se le llama contaminación cruzada.
Tampoco debemos limpiar el resto de estancias de la habitación tales como armarios, escritorio o mesitas, con los mismos trapos con los que hemos limpiado el aseo.
Existe un código de colores a tener en cuenta, aunque este puede variar según el país en el que nos encontremos.
Rojo o rosa: generalmente se utiliza en la limpieza y desinfección de las áreas con mayor riesgo de infección o propagación tales como el wc y urinarios. Amarillo: utilizado en zonas de riesgo bajo como pueden ser la ducha o el lavabo. Azul: uso general. Lo utilizaremos, por ejemplo, para eliminar el polvo de la habitación. Naranja: suele tener una textura especialmente diseñada para la limpieza de cristales y espejos.
La guía de colores es indicativa y, lamentablemente, cada cadena hotelera la sigue como mejor les parece. Lo realmente importante es que cada zona se limpie con su paño y mantenerlos separados convenientemente. A parte del código de colores, la limpieza ha de realizarse siempre en orden ascendente de riesgo bacteriológico; así, la desinfección del baño debemos comenzarla por el lavamanos y la bañera, seguir por los azulejos y terminar con el inodoro.
Si en tu centro de trabajo no te proporcionan la cantidad suficiente de bayetas, gamuzas, paños blancos o mopas, está en tu mano exigirlo para poder realizar una limpieza eficiente. Lo ideal sería utilizar una bayeta diferente para cada habitación puesto que, aunque tras la limpieza de una superficie procedamos a aclararla, esto no es suficiente para eliminar por completo las bacterias o partículas removidas de la habitación con anterioridad.
Y para poner punto y final a esta nueva entrada, algo que, desgraciadamente, es más común de lo que pensamos. Algunas camareras, tienen la fea costumbre de utilizar las toallas usadas por los clientes (sucias) para secar las superficies del baño. Esto es desandar lo andado. No tiene lógica alguna desinfectar la bañera con detergente y agua para, posteriormente, secar su superficie con una toalla usada. Estaremos ensuciando de nuevo lo ya limpiado. Por favor, no hagamos esto o estaremos dejando la habitación del cliente sin limpiar.
Cómo bien sabréis los que hayáis estado de hotel alguna vez, las sábanas nunca se salen de las camas :) Hoy os explicaré cómo hacer para que esto no ocurra.
Lo primero de todo, debemos separar la cama del cabecero para poder pasar libremente y que nos sea mucho más fácil hacerla.
Una vez pelada por completo, extendemos la sábana bajera centrándola bien guiándonos por las marcas de planchado y dejaremos por la parte de la cabeza el doble del colchón para poder someterla.
En la mayoría de los hoteles, por no decir en casi todos, no hay sábanas bajeras ajustables como las que utilizamos en nuestras casas.
Seguimos...
Es aconsejable hacer las camas desde el cabecero. Desde ahí podemos controlar el largo de las sábanas tanto por alante como por ambos lados.
Una vez extendida y estirada bien la sábana bajera, la sometemos por la parte de alante. Someter quiere decir meterla bajo el colchón.
Ahora someteremos los laterales delanteros para que no se nos mueva la sábana.
Extendemos la sábana encimera. Para poder hacer bien el embozo, debemos dejar el alto del colchón más el doble de éste. Es importante dejar siempre el mismo largo de sábana sobre todo cuando en la habitación hay dos camas individuales. Descubrir las camas y ver que un embozo está más largo que otro queda muy feo y da mala imagen.
Centramos la sábana y la estiramos bien.
En los siguientes pasos colocaremos la manta y la colcha de noche. No la dejaremos ni justo al borde del colchón, ni demasiado hacia abajo.
Ahora es cuando daremos vuelta al embozo y someteremos los dos laterales.
Nos vamos a la parte de los pies y sometemos todo (bajera, encimera, manta y colcha). No es necesario dar mil vueltas para hacer la cama, podemos extender todo desde el cabecero y luego someter todo a la vez, así ahorraremos tiempo.
Y ahora viene la mejor parte: las esquinas.Quizá sea lo más "complicado" hasta que le cojamos el truco. Al final os pondré un vídeo donde veréis a una camarera de pisos en plena faena y os parecerá mucho más sencillo todo.
Una vez echas las esquinas, terminamos de someter bien. Posteriormente, colocamos la colcha de día esta vez desde los pies para centrarla bien. Enfundamos las almohadas haciendo que la costura y la línea de planchado queden en los laterales. Colocamos sobre el embozo y tapamos con la colcha.
Camareras de piso del hotel T3 Tirol de Madrid.
En el minuto 2:58 podéis ver cómo se hacen las esquinas de la cama.
Cada camarera tiene sus trucos a la hora de realizar la limpieza de habitaciones y, en este caso, ellas hacen la cama desde uno de los laterales, sin separar del cabecero. Yo os aseguro que hacer la cama desde arriba es mucho más fácil y se dan menos vueltas con el consecuente ahorro de tiempo pero esos pequeños trucos se van adquiriendo poco a poco, con la experiencia y, también, se aprenden de otras camareras con más antigüedad.
Cada hotel es un mundo y, aunque en general todos funcionan igual (en cuanto al servicio de pisos se refiere), no hay una manera universal de hacer las camas. Ni hacerla desde el cabecero es la única opción ni hacerla desde el lateral es malo, cada una como se sienta más cómoda.